La tasa de pobreza y exclusión social aumenta en Melilla en 2015, según el INE

La nueva Encuesta de Condiciones de Vida (ECV2015) refleja un estancamiento de las situaciones de riesgo de pobreza y exclusión social en España (tasa AROPE- At Risk Of Poverty and Exclusion -). Desde el comienzo de la crisis no han hecho más que aumentar, aunque es cierto que en el último año la media nacional ha disminuido por primera vez desde 2009, pero sólo un 0,6%.

Es evidente el empobrecimiento generalizado de la población que venimos sufriendo estos años. Los ingresos medios de los hogares en España llevan seis años consecutivos en caída, además el % de trabajadores en riesgo de pobreza y exclusión social también se ha incrementado el último año, pasando del 17,6% en 2014 al 18,1% en 2015. También aumenta entre las personas desempleadas y jubiladas, y entre la población juvenil (16-29 años) pasando del 36,4% al 38,2% siendo este último colectivo el más “castigado” de todos, seguido de cerca por la infancia.

En Melilla la tasa de riesgo de pobreza y/o exclusión social (AROPE) ha aumentado en seis puntos con respecto al año anterior, pasando del 26% al 32%, es decir, prácticamente una de cada tres personas. Según esta encuesta más de 27.000 personas en Melilla se encontrarían en estas situaciones. Aunque también hay que señalar que hay seis CC.AA y Ceuta que nos superan.

AROPE 2015 CC.AAFuente INE

 

Los Fondos Estructurales y de Inversión son los instrumentos económicos con los que cuenta la Unión Europea para reforzar su cohesión económica y social. Uno de los objetivos temáticos de los Fondos es precisamente «promover la Inclusión social y luchar contra la pobreza» al que habrá que destinar como mínimo el 20% de la dotación del Fondo Social Europeo, fondos que reciben todas las CC.AA, también Ceuta y Melilla. Para los objetivos marcados a nivel europeo de reducción de la pobreza los países de la UE han acordado que sus agencias estatales de estadística utilizarán el indicador AROPE al que nos hemos referido. Este indicador no tiene en cuenta únicamente la “pobreza monetaria”- el conocido como umbral de la pobreza relativo-, sino que agrupa también “la baja intensidad en el empleo de los hogares” (cuánta gente trabaja en el hogar, que tipo de jornada laboral tienen, etc.), así como la “privación material severa” (poder mantener la vivienda a una temperatura adecuada, la capacidad de afrontar gastos imprevistos, unos niveles de nutrición recomendables para la salud, etc.). Por tanto, es un indicador agregado más completo para medir y evaluar el fenómeno complejo y multidimensional de la exclusión social.

Veamos la evolución de este indicador y sus componentes en Melilla en comparación con la media nacional en los últimos años: (comenzando con el AROPE)

 

AROPEFuente INE

 

Como vemos las fluctuaciones son demasiado grandes de un año a otro en nuestra ciudad. Esto se debe a las carencias metodológicas de la Encuesta de Condiciones de Vida del INE ya que, sobre todo en Ceuta y en Melilla, la muestra que se emplea es menor que en otros lugares, por lo que el margen de error aumenta considerablemente. De ahí esas variaciones y cambios de tendencia tan pronunciados que sólo se dan, en tal magnitud, en las dos Ciudades Autónomas. Podemos comprobar que también ocurre lo mismo con los otros componentes del indicador AROPE:

 

RIESGO DE POBREZA (POBREZA MONETARIA)

RIESGO DE POBREZA

Fuente INE

 

BAJA INTENSIDAD EN EL EMPLEO EN LOS HOGARES

BAJA INTENSIDAD EMPLEO (BITHFuente INE

 

CARENCIA MATERIAL SEVERA

CARENCIA MATERIAL SEVERAFuente INE

 

Con estos datos lo que queremos volver a señalar es la importancia de tener instrumentos precisos para poder evaluar la efectividad de las políticas sociales y de las medidas de protección social destinadas a la lucha contra la pobreza y la exclusión social. Para poder marcarnos unos objetivos concretos, poder llevar a cabo un seguimiento y una evaluación que sean medibles y fiables. Sería deseable llevar a cabo  estudios periódicos desde la Administración local sobre estas temáticas (el último se llevó a cabo en 2009 desde la Consejería de Bienestar Social y Sanidad). Pero también se podría instar al INE  a que las encuestas realizadas en Melilla cuenten con las mismas características que en el resto del territorio nacional. Sugerimos que desde la Ciudad Autónoma de Melilla incluso se financie la parte correspondiente a aumentar el número de hogares encuestados, y la manera de elegirlos, en la Encuesta de Condiciones de Vida que se lleva a cabo cada año para que, de esta manera, se igualen las carencias en la definición de nuestra muestra con el resto de territorios y que las cifras sean de verdad fiables.

Aprovechamos para volver a demandar que se ponga en marcha el Consejo Sectorial de Bienestar Social en la ciudad y que se cuente en el mismo con la experiencia y las capacidades de todas aquellas entidades del Tercer Sector que trabajan efectivamente en Melilla a la hora de diseñar, evaluar y hacer el seguimiento de las medidas y actuaciones destinadas a reducir los índices de pobreza y exclusión social. Y lo mismo para el Plan Local de Inclusión Social de la CAM 2013-2017; echamos en falta en dicho Plan el establecimiento de objetivos concretos, medibles y evaluables en consonancia con la Estrategia Europa 2020, y que en su seguimiento y planificación se cuente con la participación de la sociedad civil (entidades sociales y las propias personas en riesgo de pobreza y exclusión social)

Desde nuestro punto de vista, no es sólo una cuestión de cuánto dinero invertimos para encarar de manera decidida estos problemas sociales sino, también, de la eficiencia de los programas diseñados, y del carácter integrador y coherente de los mismos.